jueves, 6 de septiembre de 2012
Estilo Caifan
Aunque en un principio la música de Caifanes parecía ser profundamente oscura, densa, metafórica y críptica; la inclusión de «La negra Tomasa» en el repertorio del grupo no era casual: Hernández y Romo tienen raíces en colonias populares de la ciudad de México por ello utilizó el ritmo de cumbia como base. Sin embargo, Caifanes no volvió a apropiarse tan marcadamente de un estilo musical distinto del rock; por el contrario, incorporó elementos de la música popular mexicana en el esquema general de éste.
Si bien en «El diablito» la mayor parte de las canciones puede ser calificada simplemente como rock, las letras comienzan a tomar elementos populares (como la integración total del dicho «De noche todos los gatos son pardos» en la canción homónima) y con La célula que explota se marca en gran medida el estilo clásico de Caifanes: letras demandantes y poéticas y música a caballo entre el rock y la música mexicana. La presencia de Alejandro Marcovich, a partir de este disco se vuelve fundamental en el sonido del grupo, a tal grado que para muchos fanáticos la diferencia principal entre Caifanes y Jaguares consiste en el estilo del guitarrista.
La célula que explota, construida como una balada rock con arreglos de mariachi y marimba, es la primera de una serie de amalgamas. En «El silencio» las fusiones tocan de nuevo la música con una fuerte cadencia rítmica que en México se tilda de «guapachosa» (Nubes, Hasta morir, Para que no digas que no pienso en ti), pero también la banda (Piedra), e incluso aparece una versión de un son veracruzano, Mariquita, donde se combinan las tradicionales jaranas con las guitarras eléctricas de Marcovich. Por último, en «El nervio del volcán» experimentaron con rítmicas indígenas (Afuera), dieron un toque de bolero a las percusiones de Ayer me dijo un ave y construyeron La llorona sobre el vals tradicional del mismo nombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario